Osteoporosis

La osteoporosis es una enfermedad sistémica caracterizada por la disminución de la masa ósea y el cambio de la microarquitectura del tejido óseo, y tiene como consecuencia  un aumento de la fragilidad ósea y un mayor riesgo de fracturas. La densidad ósea del esqueleto se estabiliza a la edad de 20 años. A partir de los 35 años, disminuye gradualmente.

La pérdida de tejido óseo progresa en las mujeres especialmente después de la menopausia, fluctuando entre el 3-5% por año. A la edad de 75 años, la pérdida de tejido óseo es aproximadamente del 50% en la columna vertebral y del 20-30 % en los huesos tubulares.

El factor principal de la fortaleza de los huesos es la masa ósea. De acuerdo con los datos de los cálculos de la densidad mineral ósea (DMO), la osteoporosis de la columna lumbar en personas de 50 años o más se presentó en el 19.8 % de las mujeres y en el 13.3 % de los hombres; en el cuello femoral: 21.9 % en las mujeres y 21.7 % en los hombres. La densitometría revela signos de osteoporosis a la edad de 50-59 años en el 2.4 % de las mujeres examinadas, a la edad de 60-69 años - en el 10.3 %, y en mayores de 70 años - en el 14.7 %, con una aceleración de la pérdida ósea después de los 60 años.

La osteoporosis es peligrosa por sus complicaciones o fracturas, que ocurren no solo después de un trauma, aunque sea leve, sino también de forma espontánea. Si la fractura se produce en un hueso esponjoso, no será posible la formación de hueso nuevo, ya que no contiene osteonas, como es en el caso del hueso compacto. Así, se produce un aumento significativo del riesgo de fracturas repetidas causadas incluso por un golpe mínimo. Esto también contribuye a la reducción de la fuerza del sistema ligamentoso y de la tolerancia al ejercicio de los discos intervertebrales.
La osteoporosis afecta tanto a la cabeza humeral como a la diáfisis de los huesos largos.

En Rusia, 14 millones de personas (10% de la población) sufren de osteoporosis, y las fracturas a lo largo de la vida se desarrollan en el 6% de la población. Una parte importante de estas fracturas se produce por una disminución en la resistencia ósea, causada por la osteoporosis. Las fracturas conducen a la discapacidad a largo plazo y al deterioro de la calidad de vida. Las fracturas de cadera, comunes en personas mayores, conducen a un desenlace fatal en 6 meses en el 40% de los casos. El 90% de estas fracturas de cadera en los ancianos son de naturaleza osteoporótica. El envejecimiento de la población mundial conduce a un aumento de la morbilidad. Por lo tanto, el tratamiento preventivo, el diagnóstico precoz y el tratamiento de la osteoporosis permitirán a millones de personas prolongar su vida activa.

Los factores de riesgo de la osteoporosis se dividen en modificables y no modificables.

Factores modificables:

• deficiencia de vitamina D;
• abuso de alcohol;
• tabaco;
• baja actividad física;
• bajo índice de masa corporal y/o bajo peso;
• bajo consumo de calcio;
• propensión a las caídas.

Factores no modificables:

• edad mayor de 65 años;
• hipogonadismo en hombres y mujeres;
• inmovilización duradera;
• etnia europea;
• sexo femenino;
• baja densidad mineral del tejido;
• fracturas previas;
• toma de glucocorticoides;
• menopausia precoz (o quirúrgica) en mujeres.

Otros  factores de riesgo para el desarrollo de osteoporosis secundaria pueden ser una serie de enfermedades, así como la toma de medicamentos que afectan el metabolismo del tejido óseo.

Cuadro clínico

La enfermedad se desarrolla gradualmente, y es asintomática durante mucho tiempo. Las primeras manifestaciones de la osteoporosis son las fracturas que ocurren con un trauma mínimo (por ejemplo, cuando se cae desde una altura no superior a la altura propia) o de forma espontánea.

La osteoporostis es muy típica en fracturas de las vértebras torácicas y lumbares, los huesos del antebrazo y el fémur proximal.
En el caso de las fracturas de las vértebras, se observa una disminución en el crecimiento en comparación con el crecimiento a una edad temprana (de 1 a 3 cm con una fractura, y de 9-15 cm con fracturas múltiples). Las fracturas vertebrales van acompañadas de dolor agudo (fracturas por compresión) o crónico (hundimiento gradual de los cuerpos vertebrales por influencia de la gravedad del peso propio) en la espalda, aumento de la curva fisiológica de la columna torácica y lordosis. Gradualmente, la línea de cintura desaparece y el abdomen sobresale hacia adelante, y en casos severos, las costillas inferiores tocan las alas del íleon.
El síndrome del dolor se acompaña de deficiencias funcionales severas, que limitan la actividad diaria del paciente.

Evaluación de la fuerza ósea

La resistencia del hueso o los huesos a las fracturas se determina por la densidad mineral ósea, la microestructura, la elasticidad y el grosor del capa superficial del hueso.
Hay dos grandes métodos de diagnóstico de la osteoporosis: la absorciometría con rayos X de doble energía (DXA), que determina la densidad mineral ósea (DMO), y ultrasonometría cuantitativa (QUS), la medición de la velocidad con la que una onda ultrasónica atraviesa el hueso (SOS).
Ambos métodos (DXA y QUS) permiten determinar la resistencia del tejido óseo y el riesgo de fracturas con suficiente fiabilidad. De acuerdo con las recomendaciones de la Sociedad Internacional de Densitometría Clínica (ISCD, por sus siglas en inglés), las investigaciones con equipos QUS han sido realizadas en un gran número de personas de diferentes grupos de riesgo de osteoporosis.

Dependiendo de los resultados de los estudios con equipos QUS, una parte de los pacientes se puede remitir a un examen más detallado con un densitómetro DXA (Quantitative Ultrasound in the Management of Osteporosis: The 2007 ISCD Official Positions).

El diagnóstico de fracturas vertebrales osteoporóticas debe basarse en una combinación de síntomas, incluyendo quejas, anamnesis, datos de un estudio objetivo y evaluación de los factores de riesgo, y debe llevarse a cabo utilizando métodos radiológicos.

Gracias a la ausencia de radiación ionizante, los dispositivos QUS, por ejemplo, el densitómetro ultrasónico israelí MiniOmni, permiten examinar a mujeres durante el embarazo y a niños, así como realizar estudios de forma regular para controlar el curso del tratamiento.
Los equipos MiniOmni, a diferencia de otros modelos de densitómetros ultrasónicos, no examinan el hueso del talón, sino aquellos huesos que son más susceptibles a las fracturas (la tibia, el radio, los falanges, el metatarsiano). Además, con MiniOmni es posible llevar a cabo la densitometría a los niños recién nacidos.
Todo esto acerca las capacidades del densitómetro ultrasónico MiniOmni a las capacidades de un densitómetro de energía dual (DXA), mucho más complejo y costoso.

La evaluación del tejido óseo se basa en los criterios de la OMS

La evaluación de los huesos por cualquier método se lleva a cabo de acuerdo con dos tipos de parámetros:
 
Ø T-Score: número de desviaciones estándar de la DMO con respecto al valor medio de la población de la población joven sana.
Ø Z-Score: número de desviaciones estándar con respecto al valor medio de la DMO en la población de la misma edad y el mismo sexo.

La Organización Mundial de la Salud (OMS), basándose en la difusión de esta enfermedad, ha establecido criterios para determinar el riesgo de fracturas y diagnosticar la osteoporosis. De acuerdo con estos criterios, el diagnóstico de "osteoporosis" se establece, en función de la magnitud de la T-Score en el paciente:

Huesos sanos

Т-Score mayor a -1,0

 

Оsteopenia

Т-Score entre -1,0 y -2,5

 

Оsteoporosis

Т-Score menor a -2,5

 

Osteoporosis severa

Т-Score menor a -2,5 y presencia de fractura relacionada con fragilidad ósea

 

Tratamiento

Las recomendaciones generales para todos los pacientes son las siguientes:

  • Ingesta adecuada de calcio y vitamina D;
  • cambios del estilo de vida dirigidos a reducir el peso corporal, ejercicio físico para fortalecer los músculos;
  • Dejar de fumar; detección y tratamiento del alcoholismo, así como tratamiento de otros factores de riesgo de fracturas, por ejemplo, discapacidad visual.

Bibliografía:

  1. Ревматология. Национальное руководство/Под ред. В.А. Насоновой, Е.Л. Насонова. – М.: ГЭОТАР-Медиа, 2008. Pág.720.
  2. Остеопороз. Клинические рекомендации. 2ª ed./Под ред. О.М. Лесняк, Л.И. Беневоленская. – М.: ГЭОТАР-Медиа, 2010. Pág. 272.
  3. National Osteoporosis Foundation. Clinician’s Guide to Prevention and Treatment of Osteoporosis. – Washington, DC: National Osteoporosis Foundation, 2010. Pág. 44.
  4. WHO publication: Kanis J.A., on behalf of the World Health Organisation Scientific Group. Assessment of osteoporosis at the primary health care level. WHO Collaborating. Centre for Metabolic Bone Diseases. – University of Sheffield, 2007. Pág. 338.
  5. Rachner T.D., Khosla S., Hofbauer L.C. Osteoporosis: now and the future // Lancet. 2011. – Vol. 377 (9773). Рágs. 1276–1287.