En la mayoría de las áreas y áreas dentales en los últimos 20 años, los compuestos han sustituido oxifosfatos, silicato y mezclas de cemento amalgámico. Hoy en día estos materiales se consideran casi imprescindibles. Es por eso que las clínicas dentales y las habitaciones necesitan fotopolímeros especiales.
Para seleccionar una lámpara dental para trabajar con materiales compuestos, debe tener en cuenta un gran número de características y parámetros de rendimiento.
La polimerización es una reacción química, durante la cual un cierto número de mini-moléculas se transforma en macro moléculas. La lámpara de fotopolímero genera luz que estimula el proceso de fotosíntesis. Se acompaña de la transferencia de excitación a una molécula que contiene un grupo amina. Posteriormente, hay puentes de conexión entre moléculas grandes.
El funcionamiento del fotopolimerizador debe estar dentro de la región del azul. Hablando de la gama, estos son valores numéricos de 440 nm a 480 nm.
Al comprar una lámpara de fotopolímero, se recomienda orientar, en primer lugar, la potencia de la unidad y el diámetro de la punta. No es necesario tener en cuenta sólo la dispersión de la densidad de potencia. Si la clínica necesita polimerización de alta calidad de 2-3 milímetros de compuestos transparentes en 10 segundos, la mejor opción será una lámpara con una potencia de 400 mW.
También es necesario determinar los tipos de guías de luz. Puede ser:
En general, los parámetros óptimos de rendimiento son los siguientes:
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